lunes, 24 de octubre de 2011

CHAKRA SACRO


Este es el segundo Chakra de los siete Chakras Mayores.

Su nombre en sánscrito es Svadhisthana. Su traducción sería la Dulzura, la morada del Ser.

Está localizado en la parte inferior del abdomen, entre el ombligo y el borde superior del pubis, a unos 4 dedos aproximadamente por debajo del ombligo.

Las zonas corporales correspondientes son los muslos, la zona lumbar, la parte inferior del abdomen y la pelvis.

Presenta una importante correspondencia con los órganos reproductores tanto femeninos como masculinos, con los "órganos de agua" como la lengua, la vejiga urinaria, los riñones, así como la parte inferior del intestino delgado y los estrógenos como hormona.

Este Chakra está relacionado en la activación de la musculatura lisa a través del sistema nervioso vegetativo (la musculatura lisa es la musculatura no controlada conscientemente, sino a través del sistema nervioso vegetativo, como por ejemplo la musculatura del intestino).

Los sentidos que presentan correspondencia con este Chakra son el olfato y el gusto.

El color del Chakra es el naranja, color que también lo estimula.

El Chakra Sacro trabaja en el plano del Yo.

Este Chakra se encuentra hermanado con el Chakra Garganta (quinto Chakra).

Este segundo Chakra descarga su fuerza en forma de ganas de vivir, en forma de pasión y entusiasmo.

La forma de actuar y de disfrutar con ilusión tiene su origen en este Chakra, al igual que la sexualidad.

La Energía de este Chakra es la que nos permita la transformación y la sanación.

La Energía sexual es la forma más habitual de presentación de la energía de este segundo Chakra, aunque la Energía más elevada que presenta este Chakra es la Energía de la Creación.

Nuestros deseos y apetitos privados más recónditos y escondidos, se localizan en este Chakra, tanto en su parte positiva como en la negativa.

Aquí encontramos también los secretos más oscuros y el lado más sombrío y oculto de nuestro ser, los cuales normalmente son los que causan más vergüenza.

Nuestras vivencias más humillantes se acumulan a este nivel, al igual que las experiencias negativas y los traumas de nacimiento.

Este Chakra equilibrado nos aporta una creación constante, unas ganas de vivir infinitas, una sexualidad activa y sana, en cambio si este segundo Chakra se nos desequilibra, aparecen sentimientos como los celos, el deseo de venganza, el odio, el sarcasmo y el sadismo.


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