Hoy hago mi entrada número 100 y puedo decir con todo el corazón que ha sido gracias a tod@s vosotr@s.
Gracias por inspirarme, gracias por animarme a continuar, gracias por aconsejarme cuando algo que quería expresar no sabía como hacerlo ... gracias por creer en mi.
¡GRACIAS POR VUESTRO APOYO!
Hoy os voy a escribir sobre un hecho indiscutible que a tod@s nos ha ocurrido alguna vez o incluso varias veces en nuestra vida, y es ¿porqué cuando estam@s más tranquil@s el pasado llama a nuestra puerta?
La respuesta es bien sencilla e incluso seguro que para much@s de vosotr@s bastante evidente: TODA PARTE DEL PASADO QUE VUELVE A LA VIDA DE UNA PERSONA ES PORQUE NO HA CONCLUIDO, NO HA FINALIZADO, NO HA SIDO SANADA.
Puede suceder que el pasado venga por nosotr@s mism@s, que por protegernos de ese pasado lo traigamos al presente, puede suceder que sean otras personas las que traigan de nuevo el pasado a tu vida, puede suceder también que ese pasado sea el que vuelva a tu vida él solito, sin que nadie lo llame ... sea como sea, cuando un pasado vuelve a tu vida es porque la vida te da la oportunidad, de nuevo, de sanar aquello que había producido o está produciendo un desequilibrio energético en algunos de tus cuerpos y que por lo tanto, con el tiempo, puede somatizarse, puede causar sintomatología pudiendo incluso llegar a enfermarnos.
La mejor solución para sanar esta conexión energética que se queda hacia tu pasado es poder enfrentarse a él, sin esconderse. Es poder conversar con la/las persona/s de ese pasado para poder ofrecerles las explicaciones o las disculpas que necesiten, es poder también recibir las explicaciones o las disculpas que deseen ofrecernos y que nosotr@s necesitemos.
Si esta situación no pudiera darse, lo mejor es abrir la puerta a esas energías que de nuevo se han creado en tu ser para que puedan salir, para que no creen bloqueos energéticos, bloqueos que a la larga son perjudiales, bloqueos que no nos van a permitir continuar con nuestra evolución como persona, como Ser.
Lo que una persona necesita para poder abrir la puerta y hacer que los bloqueos energéticos-emocionales se canalicen hacia el exterior, es la convicción de querer sanar ese pasado. Es la convicción de querer superarlo para romper todo vínculo. Entonces cuando estés segur@ que es eso lo que deseas, cuando estés segur@ que deseas perdonar a esa persona, cuando estés segura de querer enfrentarte a tus propios errores y perdonarte por lo que hayas podido hacer, entonces comienza por visualizar esas situaciones causantes de que el pasado ahora vuelva, imagínate en ése o esos lugares donde todo comenzó y manda mucho Amor, manda Energías de Luz, manda ese perdón que necesitas pedir y siente ese perdón que necesitas sentir.
Permite que las emociones que eso conlleva vuelvan a brotar y permite que salgan, crea mentalmente tus propias y nuevas conversaciones con esa o esas personas, donde las energías fluyan, donde las sonrisas broten de vuestros rostros, donde os veáis dándoos un abrazo, alargando vuestra mano para finalizar un conflicto, tanto el que hayamos podido crear como el que nos han creado.
Permite que las emociones que eso conlleva vuelvan a brotar y permite que salgan, crea mentalmente tus propias y nuevas conversaciones con esa o esas personas, donde las energías fluyan, donde las sonrisas broten de vuestros rostros, donde os veáis dándoos un abrazo, alargando vuestra mano para finalizar un conflicto, tanto el que hayamos podido crear como el que nos han creado.
Hazlo un día tras otro, siéntelo de corazón y el vínculo energético hacia ese pasado desaparecerá en el Universo.
Y si aún así, ese pasado desea continúar golpeando a tu puerta, ya a ti no te provocará ninguna emoción negativa, no alterará tus energías y pasará de largo sin más, sin pena ni gloria, sencillamenten fluirá ... tú habrás sanado tu parte del pasado, habrás conseguido romper el ciclo ... habrás conseguido evolucionar enfrentándote a aquello que aún quedaba pendiente en tu vida.
Y YA ESE PASADO NO TENDRÁ PODER
SOBRE TI NI SOBRE TU VIDA.
Con este artículo quiero también expresarles a todas aquellas personas de mi pasado, que sin hacerlo público me leen, QUE SI L@S HE OFENDIDO O SI L@S HE HECHO DAÑO, LES PIDO PERDÓN, LES OFREZCO MIS MÁS SINCERAS DISCULPAS, ASÍ COMO TAMBIÉN DECIRLES QUE L@S HE PERDONADO Y QUE NO GUARDO HACIA ELL@S NINGUNA CLASE DE DOLOR NI DE RENCOR .
Tan sólo el Amor
nos hará libres.
Qué Dios os Bendiga.
Belén Liébana