Recuerda que cuando señalas con el dedo a alguien,
cuando lo juzgas, siempre habrán
otros cuatro dedos señalándote a ti.
Si la humanidad hiciéramos el Acto de Amor
de enseñar aquello que a priori no se comprende,
no habrían personas que sentirían
no habrían personas que sentirían
la enfermiza necesidad de juzgar
todo aquello que no entienden.
Belén Liébana
Belén Liébana