Este es el sexto Chakra de los siete Chakras Mayores.
Su nombre en sánscrito es Ajna. Su traducción sería El Conocimiento, La Percepción, El Orden.
Este sexto Chakra se localiza en la frente, aproximadamente de dos a tres dedos por encima de la raíz de la nariz.
Las zonas corporales correspondientes son la parte inferior de la cabeza, los ojos, la parte inferior de la frente y las sienes.
Presenta correspondencia con los órganos de la vista, el cerebro y el cerebelo.
Este Chakra se encuentra hermanado con el Chakra Plexo Solar (tercer Chakra).
En este Chakra es donde se localiza la fuerza de los pensamientos y de la imaginación.
El Chakra 3er Ojo es un activo centro de visión y presentación de todo tipo, independientemente de que se trate de percepción exterior, imágenes internas o sueños de deseos.
Si centramos nuestra capacidad de presentación en sintonía con el Bien Supremo, concentramos la energía y la dirigimos hacia una cosa, empezaremos un proceso consciente de creación.
Este Chakra es el encargado de dirigir conscientemente la Energía y es, el primer término, un centro ejecutor.
A este nivel, el tema consiste en la influencia, dirección, manipulación, reparación, manifestación, fijación y planificación de la Energía.
El sexto Chakra trabaja en estrecha colaboración con nuestro intelecto, el cual tiene la función de unir en una estructura lógica los conocimientos superiores, la percepción externa e interna y las vivencias pasadas.
En este centro se crea algo parecido a una imagen vital cerrada pero no impermeable, el Alter Ego de nuestra personalidad. Es aquí en donde se construyen las estructuras personales, que describen cómo funciona el mundo desde nuestro punto de vista, variable conforme aumenta nuestro conocimiento.
La estructura de los pensamientos debe ser variable, con el fin de que no se resquebrajen o se desintegren ante nuevos impulsos contradictorios.
Este Chakras refleja la comprensión y el punto de vista personal.
Nuestra razón es susceptible a los patrones de reacción y ejerce una oposición a nuestra capacidad de pensar impulsiva e instintiva.
