miércoles, 1 de junio de 2011

AROMATERAPIA


La aromaterapia es una Técnica Milenaria de Sanación basada en el uso de las Fragancias Naturales de los Aceites Esenciales de las plantas.

La aromaterapia es una de las Técnicas de Sanación utilizadas dentro del Sistema de Sanación Terapeutico y Natural Tinerfe.

Su finalidad es la Sanación Emocional, Mental y Física.

Desde la antigüedad, civilizaciones de todo el mundo han apreciado las plantas, las flores, las maderas y las resinas aromáticas por el poder sanador y curativo que presentan, así como por su efecto de Equilibrado de los Chakras.

¿Qué es un aceite esencial?
Un aceite esencial es un aceite que presenta grandes propiedades sanadoras y curativas que se crea en la estructura interna de las plantas aromáticas.

En determinadas partes de estas plantas hay unos sacos microscópicos que, a medida que la planta va madurando, se van llenando de aceite.

No todos los aceites esenciales se encuentran en la misma parte de las plantas. Las flores, las hojas y las cortezas son fuentes potenciales de aceite esencial.

La extracción de un aceite esencial.

La destilación al vapor es el principal método de obtención de aceites esenciales.

Los alambiques son los recipientes utilizados en la destilación.

El proceso tradicional comienza colocando el material vegetal en el alambique y cubriéndolo de agua, para posteriormente prender fuego por debajo.

En una fábrica moderna el vapor se bombea para que pase a través de dicho material.

En ambos casos, el calor libera el aceite esencial hasta separarlo de las fibras de la planta y formar un vaho aromático, que es portado por el tubo hacia el condensador. Éste se halla rodeado por un serpentín lleno de agua fría que enfría el vapor y lo devuelve a su estado líquido, de manera que el aceite queda flotando en la superficie del agua, de donde se recoge. El agua restante también es aromática, y es lo que conocemos como agua de rosas, agua de lavanda, etc.

Otros métodos de extracción.

* Extracción con disolventes: se utiliza para elaborar absolutos (muy concentrados, por lo general líquidos florales). Los pétalos se empapan con un disolvente químico que separa y absorve las moléculas aromáticas. Luego se vuelve a tratar el disolvente hasta extraer el residuo aromático.  Este método se utiliza para flores delicadas como el jazmín, que no resisten la destilación al vapor.

* Prensado: se utiliza para los cítricos. Del exprimido literal de las cáscaras de las mandarinas, naranjas, pomelos, limones, etc., se obtiene el aceite de la fruta, de manera que conserve toda la frescura de su aroma.


Recomendaciones en el uso del aceite esencial.

Contar las gotas: cada caso a tratar llevará un número concreto de gotas, por lo que es muy importante no poner nunca más gotas de las que el profesional te indique.

- Nunca ingerir un aceite esencial: son sustancias concentradas y muy fuertes, pudiendo afectar a la boca y al tracto digestivo. Ingerir una gran cantidad de aceite esencial puede ser causa de envenenamiento.

- Mantener los aceites esenciales fuera del alcance de los niños.

Precauciones para la piel.

- Para evitar irritaciones (erupción cutánea rojiza que produce escozor) utilizar los aceites esenciales diluidos siempre en un aceite base, como pueden ser: aceite de oliva, de almendras, de germen de trigo, etc.

Sólo hay dos excepciones donde puede aplicarse directamente sobre la piel:
  - se puede utilizar la lavanda pura en cortes, quemaduras y picaduras de insectos.
  - se puede utilizar el árbol del té para tratar granos, verrugas, cortes y picaduras.
    (en ambos casos, dos gotas en un poco de algodón es seguro tanto para niños como para adultos)

¿Cómo absorbemos los aceites esenciales?


* A través de la piel: la piel posee una extensa superficie con una capa superior de células solapadas a través de la cual se absorben las pequeñas moléculas de los aceites esenciales durante el masaje o el baño, y pasan a la corriente sanguínea. Una vez allí, los aceites aportan sus efectos específicos (como ayudar al sistema inmunológico, aliviar los dolores musculares, etc).

Mediante la fricción o el masaje conseguimos que el proceso de absorción resulte aún más agradable, al tiempo que ayudamos a que los vasos capilares que se ecuentran debajo de la superficie de la piel se dilaten, lo que aumenta el flujo sanguíneo de la zona y acelera la absorción de los aceites hacia el tejido muscular. Sin embargo, el masaje no es la única forma de conseguir que las esencias lleguen al interior de nuestro cuerpo. Durante un baño de agua caliente, también es posible que los aceites penetren en las capas superiores de la piel.

*A través de la inhalación: las gotas de aceite esencial reaccionan al calor y se liberan hacia el aire en forma de vaho aromático. Cuando inhalamos este vapor las minúsculas moléculas que componen las esencias alcanzan nuestras cavidades nasales y luego las zonas más internas del aparato respiratorio, por lo que estamos aspirando sus beneficios.

Intensificaremos este efecto utilizando esencias penetrantes y descongestionantes como el eucalipto en tratamiento contra la obstrucción de las fosas nasales, o de nariz, o para la congestión de garganta de pecho en casos de tos o catarro.

Algunos aceites poseen efectos antimicrobianos tanto sobre el cuerpo como sobre el aire, como el árbol del té, que comienzan a trabajar incluso antes de que los inhalemos, destruyendo los gérmenes que se propagan por el aire protegiéndonos de otras infecciones e impidiendo que contagiemos lo que ya tenemos a los demás.

Propiedades curativas de los aceites esenciales.


* Acción antivírica: los antibióticos no resultan efectivos ante los virus por lo que nuestro sistema inmunológico debe luchar solo contra ellos, como es el caso de la gripe.
Investigaciones realizadas en Estados Unidos indican que aceites esenciales como el de la Melisa contribuyen a combatir la replicación vírica y, por tanto, ayudan al sistema inmunológico.

* Acción fungicida: investigaciones llevadas a cabo en Australia y la India han demostrado que el Árbol del Té, el Cerillo (hierbalimón) y el Cilantro, actúan contra varias infecciones fúngicas, como el pie de atleta (llenar con agua caliente 3/4 de un barreño y verter de 4 a 6 gotas) y la candidiasis (llenar la bañera de agua y verter de 4 a 6 gotas).

* Presión arterial: la hipertensión conlleva el estrechamiento de las arterias, que necesitan más espacio para permitir el paso del flujo sanguíneo. El ensanchamiento de las arterias se llama vasodilatación. Científicos británicos han descubierto que los aceites de lavanda y geranio son buenos vasodilatadores, son "hipotensivos" (reducen la presión arterial). Si padeces de hipertensión consulta con el médico antes de iniciar cualquier tratamiento con aceites esenciales.

* Epilepsia: en estudios con pacientes de epilepsia se ha observado que la inhalación de aceites esenciales con alto contenido en alcanfor, como el romero, la milenrama o el espliego, han aumentado ligeramente el índice de ataques, mientras que aceites relajantes como la lavanda y el ylang ylang no sólo los han reducido sino que han ayudado a prevenir su aparición. Si eres epiléptico consulta a tu médico antes de utilizar cualquier aceite esencial.
Belén Liébana

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